Grazalema

Fábrica de mantas y Museo textil

Fábrica de mantas y Museo textil

Sin duda uno de los principales atractivos de Grazalema es su manta , producto de referencia . Y es que, Grazalema fue pionera también en la producción…
Sin duda uno de los principales atractivos de Grazalema es su manta , producto de referencia . Y es que, Grazalema fue pionera también en la producción textil. Allá por 1908, el grazalemeño Vicente Narváez Bajón construyó la primera fábrica de hilados, mantas y paños de lana en la Ribera de Gáidovar, zona de huertas y cultivo, en dónde aprovechaba la fuerza hidráulica que genera el río Guadalete a su paso. A principios de los años cuarenta la ubicación de la fábrica se traslada a la salida del pueblo, en dónde lleva funcionando desde hace ochenta años compaginando las técnicas artesanales de acabado con la mecanización necesaria acorde a los tiempos actuales. A día de hoy son José Mario Sánchez Campuzano y José Mario Sánchez Coronel quiénes se hacen cargo de la empresa familiar, la cuál cuenta con un horario de apertura al público para todo aquel que quiera conocer la historia de "las mantas de Grazalema". La importancia de este fenómeno en Grazalema lo refleja la propia historia del municipio: durante el siglo XVIII y la primera parte del siglo XIX , Grazalema era el punto de referencia comarcal , pese a su ubicación, era centro judicial y administrativo. De ahí que empezase a ser llamado 'Cádiz el chico' . Su importancia se debía, principalmente, a su actividad comercial, destacando los productos de lana . Durante varios siglos la artesanía textil de Grazalema se destacó como centro manufacturero. Un pueblo con unos 9.000 habitantes de los que en torno a 4.000 se dedicaban a la industria . La mayoría de los trabajadores trabajaban desde sus casas, con sus propios telares, junto con los demás miembros de la familia. Una vez diseñadas y tejidas era cuando llevaban las mantas a las fábricas para terminar con el proceso de abatanado. Sin embargo, durante la década de los 70 comenzó un proceso de declive debido a la presión que suponía la fabricación industrial en los centros urbanos, sumada a la situación económica de la provincia y a la crisis financiera que sufría España. Ni siquiera la calidad de la lana grazalemeña (considerada más limpia y pura que la de otras zonas de España, debido a que es el punto dónde más llueve) pudo evitar que la industria textil del municipio sufriera los efectos de la Revolución Industrial de Gran Bretaña. El principal fenómeno que le afectó fue el crecimiento y la consolidación de la industria del algodón en Cataluña, en dónde modernizaron la maquinaria y consiguieron triplicar la producción. Además, de la falta de vías de comunicación con el mundo exterior. Grazalema se convirtió en otra víctima del proceso de industrialización que estaba transformando España. Siguiendo las palabras de Romero de Torres, " la grandísima importancia que tuvo este pueblo desde tiempos antiguos como centro eminentemente fabril hasta hace algunos años en que, por desgracia, ha decaído de tal modo esta industria que apenas quedan dos ó tres fábricas que sigan tejiendo los renombrados paños y mantas de Grazalema”.