Cantavieja

Antiguo Castillo de Cantavieja

Antiguo Castillo de Cantavieja

Emplazado en un escarpado espolón, su planta adopta la forma de un triángulo isósceles adaptándose a lo abrupto del paisaje, limitando los lados…
Emplazado en un escarpado espolón, su planta adopta la forma de un triángulo isósceles adaptándose a lo abrupto del paisaje, limitando los lados largos en sendos barrancos. El vértice entre ambos está ocupado por el primitivo castillo templario, punto originario de la villa. El castillo, por lo accidentado y vertical de sus laderas, posee unas condiciones estratégicas superiores “a todas las fortalezas aragonesas, incluida Loarre”. Este castillo guarda seguramente la ignorada antigüedad de la villa, oculta bajo el vía crucis, y es que, tanto por la vecindad de otros poblados descubiertos en territorios cercanos, como por las características topográficas de la meseta en la que se asienta Cantavieja, es lícita una retro-extrapolación de la Historia para aseverar la existencia de un poblado, en el ángulo menor de un triángulo isósceles que fue la villa amurallada medieval. Si Cantavieja no hubiera llegado viva a nuestros días, probablemente cualquier investigador arqueólogo ya habría excavado allí ruinas ibéricas.. El castillo en época Templaria tenía en su vértice un torreón de base triangular        (el actual es cilíndrico, de la ermita añadida en 1873). Torreones los tendría tanto la muralla exterior como la que separaba los dos recintos; en los lugares donde la peña facilitaba la defensa natural la muralla sería menos gruesa y de altura inferior al lienzo del Suroeste. Tras la resistencia de los Templarios a ocho meses de cruel asedio de Berenguer de Tobía, la fortaleza queda abandonada. Los Caballeros de la Orden de San Juan o del Hospital fueron los herederos de todas las pertenencias de los Templarios, y cuando llegaron a Cantavieja en 1347 encontrarían el castillo desmantelado. Del castillo no sabemos su estado en el siglo XVIII. Por abril de 1836, cuando la primera guerra carlista, ocupa Ramón Cabrera la plaza y la fortifica. La fortaleza de Cantavieja tal como había sido levantada en siglos anteriores, era muy débil. Cabrera determinó levantar una eficaz defensa y se repararon en pocos días las viejas murallas. Cantavieja fue la sede del carlismo en Aragón. Fue la plaza escogida como centro de aprovisionamiento, fábrica de “talleres de recomposición de fusiles y sables”, cárcel, fundición de cañones, e incluso centro editor de un Boletín que aparecía los miércoles y los sábados. Cuando la retirada de las tropas carlistas se incendió la población y el castillo; voló el almacén de pólvora y la torre principal con la mayor parte de las dependencias. Otra destrucción de nuestro castillo que poco después se convierte en vía crucis del pueblo. El torreón son los retos de una pequeña ermita que se añadió en 1873 dedicada al Santo Sepulcro, y las cuatro columnas que sustentaban el techo que les servía de atrio.