Almonaster la Real

Ermita de Santa Eulalia

Ermita de Santa Eulalia

Se trata de uno de los escasos edificios romanos que podemos contemplar en Huelva, ya que los tres muros de su ábside son los de un mausoleo de época…
Se trata de uno de los escasos edificios romanos que podemos contemplar en Huelva, ya que los tres muros de su ábside son los de un mausoleo de época imperial, construido probablemente en la primera mitad del S. I de nuestra Era y, en su día, debió presentar una apariencia similar a la de la Torre de los Escipiones en Tarragona. La ermita se levantó a mediados del siglo XV, se encuentra a unos 20 km de Almonaster y constituye una hermosa muestra de la arquitectura religioso-rural de la época. Su interior aparece decorado con pinturas murales al fresco datables de finales del siglo XV. Completa el conjunto histórico-artístico un viejo coso taurino, de antigua y pétrea arquitectura, del que se tienen noticias documentadas, al menos, desde 1678. Su morfología se enmarca en el ámbito de las iglesias de arcos transversales de la sierra. El acceso a la ermita se realiza a través de un porche barroco de arcos mixtilíneos que se prolonga por los costados del edificio. De esta etapa, S. XVIII, sería también la espadaña de dos cuerpos y la sacristía. En los testeros del ábside aparecen una serie de pinturas murales de finales del siglo XV o comienzos del siglo XVI, dentro del período gótico tardío. La ermita de Santa Eulalia se ha convertido, desde 1606, en el centro neurálgico de celebración de la Romería en honor de la Santa, la más antigua de España. Miles de romeros llegados desde toda la Sierra y de otros puntos de la geografía nacional, acuden cada tercer fin de semana de mayo al paraje, para participar en una de las fiestas con mayor historia y tradición de toda la comarca. La Ermita y su entorno, incluyendo el antiguo coso taurino, está declarada Bien de Interés Cultural dentro de la catalogación de Zona Arqueológica. El yacimiento está constituido por una zona de hábitat de época romana, vinculada a la minería, una al sur de la Ermita y otra al norte (ésta última con evidentes muestras de actividad metalúrgica) y los restos de la necrópolis alrededor de la ermita.