Alcúdia

Muralla Medieval

Muralla Medieval

Muralla Medieval Uno de los rasgos más distintivos de Alcúdia, viene representado por sus imponentes murallas, que se alzan ante el visitante, como…
Muralla Medieval Uno de los rasgos más distintivos de Alcúdia, viene representado por sus imponentes murallas, que se alzan ante el visitante, como fieles vestigios de épocas pasadas. La estratégica ubicación de Alcúdia, suponía un alto riesgo para sus habitantes debido a los constantes saqueos de los piratas. Por ello, Jaume II mandó construir este sistema de protección en el año 1298 con un propósito principal, procurar un lugar seguro a sus habitantes, sus obras finalizaron en el 1360. Hoy, se conservan en pie dos de las antiguas puertas de la muralla, la del Moll y la de Sant Sebastià, así como la estructura cuadrangular reforzada con 26 torres distribuidas a lo largo de 1.5 km de un perímetro y con una altura media de 6 metros delimita el núcleo histórico. Puertas de la Muralla Uno de los mayores atractivos de la muralla lo constituyen las puertas de acceso a la misma. Originariamente eran tres: “la puerta del Moll o de Xara”, “la puerta de Mallorca o de Sant Sebastià” y “la puerta de la Vila Roja”, que actualmente no se conserva. La Puerta de Mallorca o de Sant Sebastià era la que comunicaba Alcúdia con el camino real de Palma de Mallorca. Actualmente conserva el foso y presenta el aspecto que le dio la restauración de 1963, realizada por G. Alomar (dos torres exentas ligadas por un matacán de grandes dimensiones coronadas con almenas). Se puede apreciar también un escudo de la ciudad que data del siglo XVI. La Puerta del Moll o de Xara situada al otro extremo del eje que divide la ciudad en dos mitades, abriéndola hacia el Puerto Mayor. Presenta una estructura bien diferenciada de la otra puerta, las dos torres que la conforman están unidas por un cuerpo de guardia con una pequeña ventana protegida originariamente por un matacán del que sólo se conservan las ménsulas que la sustentan. El gran portal de arco de medio punto da entrada al espacio cubierto con vuelta donde todavía puede apreciarse el rastrillo que cerraba la puerta.